Terminemos...por lo menos la historia.

No era la primera vez que dormíamos juntos. Ya saben que es casi una costumbre.
Pero si era la primera vez que dormíamos juntos en su casa,en su habitación y en su cama.
Estuvo dos horas hablandome sobre películas que debería ver...yo moría de sueño. Me golpee miles de veces,con la pared,con una repisa.
"Por que no te vas? Porque vas a aparecer toda golpeada y van a decir que fui yo" "Bueno me voy" "Era un chiste,vení acá,acostate"
Por momentos sin rozarnos, por momentos abrazados.
No se como explicar que paso. No es la primera vez que nos pasa tampoco.
En Parte final? dije "...situaciones que demuestran que no somos niños y que podemos ser amigos, pero que hay química mas allá de eso. Situaciones que ninguno de los dos quiso asumir,situaciones en las que ninguno se atrevió a dar el primer paso, situaciones que terminaban en miradas que hablaban en lugar de nuestras bocas." 

Esa noche no fue la excepción. 

Nos tenemos ganas. No hay duda de eso. Si nosotros lo queremos ocultar,nuestros cuerpos cuando están cerca nos delatan. (Aunque yo pueda disimular un poco mas que él) . 

Como escribí,nos delatan nuestros cuerpos, y nuestra respiración. Que se acelera cuando el otro respira o acaricia en el lugar indicado. Porque ya nos conocemos. Y nos entendemos. 

Pero a pesar de todo esto que les estoy contando,nunca pasa mas que eso.Nunca volvimos a besarnos después de ese primero de enero.Nunca terminamos lo que empezamos.

Como les dije a mi psicólogo y a mi amiga P cuando les conté...me siente ese peluche con el que un perro se encariña y descarga sus  ¿"ansiedades?"